Durante todas sus ocho temporadas, Juego de Tronos se ha convertido en un manual moderno de estrategias de liderazgo y management, bebiendo de fuentes antiguas como “El Arte de la Guerra” de Sun Tzu o “El Principe” de Maquiavelo. La historia política mundial y de las organizaciones durante los últimos siglos está llena de líderes parecidos a los personajes de la serie. Vamos a analizar qué nos aportan algunos de los personajes más famosos de Juego de Tronos.
Empezamos, como no podría ser de otra forma, con Daenerys Targaryen. Poseedora
de una larga lista de títulos como “The mother of dragons”, “The unburnt”,
Daenerys ha representado durante toda la serie la tipología de líder que a
partir de una fe absoluta en su futuro y en la misión final que el destino le
ha adjudicado, en su caso sentarse en el “Iron Throne”, supera cada una de las
pruebas más difíciles que la vida le pone por delante. Gran defensora de los
oprimidos frente a los opresores, representa a la justiciera universal que está
dispuesta a cualquier decisión para traer justicia y romper las cadenas
milenarias de los más desfavorecidos. Sus decisiones son radicales, pero
siempre son justificadas ya que acaban derrotando al mal. Y es por este motivo
que sus equipos le siguen hasta las últimas consecuencias. Llega un momento en
que su poder es tan absoluto y la ira contra sus enemigos tan grande, que para
conseguir sus objetivos acaba matando masivamente a miles de personas
inocentes. Es el momento en que la líder se convierte en una tirana. Deja de
escuchar a sus consejeros habituales, para tomar decisiones de manera
unilateral y guiadas por el odio y la venganza. Se cree en posesión de la
verdad absoluta, su verdad. Es en ese momento que se convierte en impredecible
y peligrosa tanto para amigos como enemigos, y son sus personas más próximas
las que acaban con ella por el hecho de temer por su propia vida, y para evitar
una guerra sin fin. Daenerys busca la victoria absoluta, aplastante y
humillante, y lo que consigue por este motivo es su propia derrota. Es el caso
clásico de líder que crea un gran movimiento que sigue sus postulados, y de
gente que cree en él de manera ciega, pero que, por su gran afán de poder y por
el odio que ha ido acumulando, acaba convirtiéndose en un tirano que toda
organización teme perdiendo de su lado todo tipo de talento y solo quedándose
con aulladores incondicionales sin criterio propio. Obviamente cualquier tipo
de organización se empobrece en consecuencia.
Jon Snow, en realidad Aegon Targaryen, es el líder natural que siempre
antepone el interés general y el deber frente a su propio interés. En la
primera temporada el Maestre de la “Night watch” le pregunta lo siguiente: Si
llegara el día en que tu señor padre tuviera que elegir entre el honor por un
lado y aquellos a quienes ama, por el otro. ¿Qué es lo que haría?» Haría lo que
fuese correcto sin importar qué», replica Jon Snow, a lo que el maestre Aemon
apostilla: «Entonces, Lord Stark es un hombre entre diez mil. La mayoría de
nosotros no somos tan fuertes. ¿Qué es el honor comparado al amor de una mujer?
¿Qué es el deber contra el sentimiento de un hijo recién nacido en tus brazos?
¿O la sonrisa de un hermano?». Como sabemos, Jon Snow antepone el deber frente
el amor y el poder. Frente la propuesta de Daenerys de crear y gobernar un
nuevo mundo ellos dos, a partir de la eliminación de todos sus enemigos, elige
el deber de acabar con la futura tirana para evitar una guerra sin fin.
Antepone el deber frente al poder inmediato y frente al amor que siente por
ella. El interés de los demás está por encima de su propio interés, sin
importar las consecuencias. Él es el líder que asume el deber de realizar lo
que nadie más se atrevería, y también asume las consecuencias, ya que aportando
la solución se convierte en el enemigo del ejército de Daenerys y por tanto
deja de ser una opción viable como líder de consenso para ser escogido por
todas las partes. Es la tipología de líder altruista, no quiere gobernar, tiene
muy claro cuál es el bien común de todo el equipo, y sus acciones siempre están
dirigidas en este sentido. A su vez olvida que, muchas veces solo se pueden
tomar decisiones que favorezcan el bien común, desde el gobierno de una
organización, y que, si se pierde éste gobierno, se deja de ejercer el
liderazgo.
Tyrion Lannister es el ejemplo de líder resilente y sabio. La vida lo ha
puesto en grandes dificultades desde su nacimiento, como todos sabemos, pero él
ha utilizado estas grandes dificultados para crecer en conocimientos y sabiduría.
No ha acumulado nunca rencor frente aquellos que lo han maltratado. Cada piedra
en el camino, la utiliza para ser más fuerte y mejor líder. Es inteligente, y
utiliza su inteligencia para los objetivos de su organización, no solo para su
propio interés, que también. Comete grandes errores, pero siempre se los
perdonan ya que los asume y los utiliza para aprender y superarse. Saber disfrutar
de las victorias que la vida le ofrece y asumir las responsabilidades en los
momentos complicados. Sabe ponerse en el lado bueno de la historia cuando
escoge Daenerys frente su propia familia. Y tiene suficiente inteligencia para
poder discernir bien las situaciones donde puede salir ganando, y las
situaciones donde no tiene las condiciones necesarias para ganar y es mejor que
sea otro el que se enfrente al enemigo. Como en el último capítulo. Es por este
motivo que sale siempre victorioso de todas las batallas, sabe medir muy bien
las consecuencias de todas sus acciones. Las organizaciones siempre se benefician
de éste tipo de líder. Su equilibrio entre favorecer el interés de la
organización en la mayoría de casos, sin tomar decisiones nefastas para él
mismo, y su inteligencia hacen que las organizaciones avancen hacia sus
objetivos siempre que las capacidades del líder continúen mejorando en el
tiempo y creciendo con la organización.
Sansa Stark es un ejemplo de líder parecido a Tyrion, pero con muchos
matices. También es una líder resilente. Todas las complicaciones de la vida
las utiliza para hacerse más fuerte. No guarda rencor a sus enemigos, pero tampoco
es “naive”. Sabe que, si no aplica justicia frente a sus enemigos y traidores,
en un futuro volverán a traicionarle. Pero sabe diferenciar muy bien los
traidores, de las personas que no siguen sus postulados. No es un líder tirano
que elimina a todos sus adversarios por el hecho de no seguir sus órdenes. A
diferencia de Daenerys, su fuerza como líder no nace de considerarse “la escogida”
para el trono de Winterfell. Su fuerza nace del hecho de tener que asumir la
responsabilidad de liderar su pueblo después de la muerte de su padre y
hermanos. A su vez, el poder le gusta, ya que, con la dosis necesaria, no
existe líder que no se lleve bien con el poder. En momentos claves de la
historia siempre llega a tiempo para salvar su organización, Winterfell, como
en la batalla de los bastardos. Su fuerza, justicia y resistencia son
percibidas por su equipo como las cualidades necesarias para liderarlos. Finalmente,
ella se hace merecedora de la silla de “Queen in the North” cuando en el
capítulo final es capaz de presentar y hacer valer el interés de su pueblo,
frente el resto de los 6 reinos, pero solo después de haber luchado como la que
más para salvar a todos los vivos en la batalla contra los muertos. La dosis
necesaria entre altruismo y asertividad que todo líder necesita para dirigir la
organización hacia los objetivos comunes.
Finalmente, y ahí va spoiler, Brandon Stark. En mi opinión, es el ejemplo
de líder que nunca ha querido ser líder, ni liderar, ni gobernar, pero que una
mezcla entre sus situaciones vitales excepcionales y las circunstancias en que
la organización se encuentra hacen que sea escogido como líder. Es obvio que,
sin la multitud de batallas entre los líderes de los reinos hasta la implosión,
Brandon nunca hubiese sido rey. Es la única figura de consenso en una situación
límite y excepcional. En ningún otro caso hubiera sido escogido, pero frente a
situaciones extremas, a veces se requieren decisiones excepcionales, y
personajes que parecen venir de otras galaxias.