Muchas veces las empresas (pequeñas, medianas o grandes) se olvidan de una premisa básica para su viabilidad futura: la innovación. Muchas veces otros criterios financieros priman por encima de la continua innovación que una empresa debe buscar dado un mercado concreto. Lo cierto es que la innovación es probablemente una de las únicas estrategias viables que tiene una empresa para su supervivencia al largo plazo.
Una empresa con una posición dominante en un mercado, sin innovación, será superada eventualmente por una empresa con una posición más pequeña pero con una estrategia de innovación sostenible en el tiempo. Y viceversa, una empresa con una posición dominante en el mercado y con una estrategia de innovación sostenida, podrá mantener su posición de dominio de manera continua. La innovación puede ser copiada y aplicada por una empresa 1, de una empresa 2 ubicada en un mercado concreto y considerando que esta empresa 2 no está presente en el mercado de la empresa 1. Incluso la innovación puede ser considerada como una estrategia de estado y geopolítica, siendo copiada sistemáticamente por un estado 1 de otros estados de todo el mundo. Hay grandes países que han creado modelos de éxito con esta estrategia.
Por otra parte, las startups siempre han sido un sector propulsor de la innovación en los mercados. Aunque lo cierto es que el mayor número de ellas, se limitan a copiar modelos existentes que tal vez son una innovación en un mercado 1 concreto que no ha llegado a un mercado concreto 2. Lo que es evidente, es que son las startups que aportan una innovación concreta en un mercado concreto las que consiguen ocupar de manera dominante los nuevos segmentos de mercado que se pueden crear. Pero a su vez, todavía son las empresas líderes de los mercados las que dedican más inversión a los procesos de innovación. Y por este motivo mantienen sus posiciones dominantes.
Un mundo a parte es el sector de la innovación en los sectores tecnológicos, en todas sus vertientes. Aquí, la capacidad de inversión en innovación que tienen las grandes startups, mayoritariamente en Silicon Valley, permite que grandes innovaciones sean realizadas por empresas relativamente jóvenes. Éste es el motor que hace del Silicon Valley un polo mundial generador de nuevas empresas, tecnologías, modelos, medicinas, desarrollos, etc. Un polo mundial capaz de dominar y determinar el futuro en el que todos vamos a vivir.
Una empresa con una posición dominante en un mercado, sin innovación, será superada eventualmente por una empresa con una posición más pequeña pero con una estrategia de innovación sostenible en el tiempo. Y viceversa, una empresa con una posición dominante en el mercado y con una estrategia de innovación sostenida, podrá mantener su posición de dominio de manera continua. La innovación puede ser copiada y aplicada por una empresa 1, de una empresa 2 ubicada en un mercado concreto y considerando que esta empresa 2 no está presente en el mercado de la empresa 1. Incluso la innovación puede ser considerada como una estrategia de estado y geopolítica, siendo copiada sistemáticamente por un estado 1 de otros estados de todo el mundo. Hay grandes países que han creado modelos de éxito con esta estrategia.
Por otra parte, las startups siempre han sido un sector propulsor de la innovación en los mercados. Aunque lo cierto es que el mayor número de ellas, se limitan a copiar modelos existentes que tal vez son una innovación en un mercado 1 concreto que no ha llegado a un mercado concreto 2. Lo que es evidente, es que son las startups que aportan una innovación concreta en un mercado concreto las que consiguen ocupar de manera dominante los nuevos segmentos de mercado que se pueden crear. Pero a su vez, todavía son las empresas líderes de los mercados las que dedican más inversión a los procesos de innovación. Y por este motivo mantienen sus posiciones dominantes.
Un mundo a parte es el sector de la innovación en los sectores tecnológicos, en todas sus vertientes. Aquí, la capacidad de inversión en innovación que tienen las grandes startups, mayoritariamente en Silicon Valley, permite que grandes innovaciones sean realizadas por empresas relativamente jóvenes. Éste es el motor que hace del Silicon Valley un polo mundial generador de nuevas empresas, tecnologías, modelos, medicinas, desarrollos, etc. Un polo mundial capaz de dominar y determinar el futuro en el que todos vamos a vivir.